
El hombre, es la más elevada de las criaturas…
La mujer, el más sublime de los ideales.
El hombre tiene la supremacía…….
La mujer la preferencia.
La supremacía significa fuerza….
La preferencia significa el derecho.
El hombre es un código….
La mujer, un evangelio.
El código corrige….
El evangelio perfecciona.
El hombre es un templo…..
La mujer es el sagrario.
Ante el templo nos descubrimos….
Ante el sagrario nos arrodillamos.
El hombre es el águila que vuela…
La mujer, el ruiseñor que canta.
Volar es dominar el espacio….
Cantar, es conquistar el alma.
El hombre tiene un farol….la conciencia.
La mujer tiene una estrella, la esperanza.
El farol guía…
la esperanza salva.
“La verdadera historia de la mujer
”Cuenta la leyenda que al principio del mundo, cuando Dios decidió crear a la mujer.
Encontró que había agotado todos los materiales sólidos en el hombre y no tenía mas de que disponer.
Ante este dilema y después de profunda meditación, hizo esto:
Tomó la redondez de la luna,
las suaves curvas de las olas,
la tierna adhesión de la enredadera,
el trémulo movimiento de las hojas.
La esbeltez de la palmera,
el tinte delicado de las flores,
la amorosa mirada del ciervo,
la alegría del rayo del sol y las gotas del llanto de las nubes.
La inconstancia del viento y la fidelidad del perro.
La timidez de la tórtola y la vanidad del pavo real.
La suavidad de la pluma del cisne, la dureza del diamante,
la dulzura de la paloma, la crueldad del tigre,
el ardor del fuego y la frialdad de la nieve.
Mezcló tan desiguales ingredientes, formó la mujer y se la dio al hombre.
Después de una semana vino el hombre y le dijo:
Señor, la criatura que me diste, me hace desdichado,
quiere toda mi atención, nunca me deja solo,
charla incesantemente, llora sin motivo,
se divierte en hacerme sufrir y vengo a devolvértela,
porque No puedo vivir con ELLA.
Bien, contestó Dios y tomó a la mujer.
Pasó otra semana y volvió el hombre y le dijo:
Señor me encuentro muy solo,
desde que te devolví a la criatura que hiciste para mí.
Ella cantaba y jugaba a mi lado,
me miraba con ternura y su mirada era una caricia.
Reía y su risa era música.
Era hermosa a la vista y suave al tacto.
Me cuidaba y protegía cuando la necesitaba,
me daba dulzura, comprensión y amor sin condiciones,
por favor DEVUÉLVEMELA porque No puedo vivir sin ELLA.
Ya veo, dijo Dios, ahora valoras sus cualidades,
eso me alegra mucho, claro que puedes tenerla de nuevo,
fue creada para ti, pero no olvides cuidarla,
amarla, respetarla y protegerla, porque de no hacerlo,
corres el riesgo de quedarte de nuevo sin ella...
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